Maestro y maestra párese duro en el aula y fuera de ella

Por: Luis Eduardo Pérez

Hacer un análisis de periodo necesariamente nos lleva a observar por un lado la agudización de las contradicciones sociales y por otro, la disputa del poder derivado de la necesidad de imposición en el escenario de la lucha de clases.

La actualidad presenta un ascenso de la derecha y algunas formas de ultraderecha pero no por ello la movilización y las luchas de los sectores sociales oprimidos se ven apabulladas, en nuestro país lo anterior es más que vigente, a pesar de los diálogos de paz que pretenden finalizar el conflicto armado, la política estatal sigue promoviendo y fortaleciendo el empobrecimiento y la injusticia característicos del neoliberalismo salvaje principal promotor del conflicto social en países como el nuestro. Se dialoga con la insurgencia, lo cual es importante, pero la política social que permita trascender el conflicto no se avizora, el conjunto de la sociedad exige un dialogo pero lo que se implementan son políticas que mantienen la desigualdad, el despojo, la perdida de la soberanía. La ultraderecha guerrerista moviliza la población quienes manipulados por los grandes medios, justifican un discurso en el que se esconde una real intención de favorecerse ante el negocio de la guerra, el despojo de la tierra y el asedio de la justicia.

En cuanto al movimiento social, el auge de las luchas son más que evidentes, en la memoria colectiva el Paro Campesino de 2013 es un referente, no solo por la contundencia de la movilización sino por el grado de sevicia y despliegue de fuerza con el que el Estado colombiano pretendió reprimir la legitima protesta, aspecto que fue altamente difundido por las redes sociales despertando la solidaridad de las ciudades, la cual fue expresada en diversas jornadas en los centros urbanos del país, esta unidad entre el campo en lucha y la ciudad en solidaridad, obligó al gobierno nacional a la negociación con los sectores en conflicto, pero que en la práctica y como costumbre el incumplimiento de los acuerdos conllevó a posteriores movilizaciones en 2014 año que arrojó como principal ganancia la formación de la “Cumbre Agraria, étnica y popular” espacio más representativo en la actualidad del país en el que se articula el movimiento campesino, indígena, afro y popular y quien tiene una interlocución directa con el gobierno a través de una mesa de negociación.

En este momento y como consecuencia del incumplimiento mantenido por el gobierno, nuevamente la Cumbre hace un llamado al Paro Nacional, días anteriores en rueda de prensa los voceros y voceras de las organización agrupadas allí entre ellas el Congreso de los Pueblos de la cual hacemos parte, dieron a conocer al país el camino que el desinterés del Estado ha trazado, fijando el 30 de mayo como la fecha de inicio de las jornadas de movilización, se reitera el pliego de 8 puntos que desde años anteriores se viene impulsando y que se relaciona con el acceso a la tierra, su uso, el uso de los recursos, la soberanía nacional, los derechos políticos, económicos y sociales, el proceso de paz y el manejo de los cultivos de uso ilícito.

Al respecto otros sectores también están haciendo lo propio, el movimiento sindical prepara jornadas de movilización y existen espacios de coordinación con el movimiento social y popular, se podría estar construyendo una gran movilización del orden nacional por la defensa de los Derechos y la garantía de los mismos para el pueblo colombiano, es claro y los procesos organizados dan ejemplo de ello que solo a través de la lucha es que se puede acceder a lo que por naturaleza es de todos y todas.

Siguiendo con lo anterior es importante cuestionarse por el papel del magisterio en la movilización social, si hacemos un balance de los últimos años vemos como lamentablemente la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación FECODE ha sido inferior a los intereses del pueblo movilizado, en el año 2013 convoca al magisterio a la huelga un mes después del inicio del paro agrario, en la época se expresó que esta actitud en lugar de ser solidario con los campesinos dio un nuevo aliento al gobierno quien pacto con el ejecutivo de FECODE el levantamiento del paro en el primer día de movilización a pesar que la convocatoria era para tres días, maestras y maestros aún recuerdan a la ministra Campo levantando el paro desde el Palacio de Nariño.

Las cosas siguieron igual para 2014 nuevamente los y las maestras son convocadas posteriormente a inicios de las protestas del movimiento social y popular. Con un pírrico acuerdo se levanta el paro sin mayores beneficios para el magisterio una nivelación de 2% en dos años, el reconocimiento total de la prima de servicios a partir de 2015 y con ello la pérdida del retroactivo de esta y una nueva comisión que estudiaría el tema de la precaria prestación del servicio de salud. El año anterior y que para muchos representa el de la gran traición, FECODE mantiene un paro de dos semanas con el 98% de las maestras y maestros movilizados y el 7 de mayo firma un acuerdo que el magisterio rechazaba tajantemente pues se buscaba una nivelación salarial acorde a los estudios de especialistas que representaban algo mayor al 27% y lo obtenido fue del 10% a cuatro años pues el otro 2% ya se había ganado en el 2014.

En cuanto el tema de evaluación, el interés era derrotar la evaluación de competencias por medio de un ascenso y reubicación directo por medio de estudios, tiempo y/o producción académica, pero lo obtenido fue la supuesta Evaluación Diagnostica de Carácter Formativo EDCF y que para quienes han tenido que padecerla ha sido peor la cura que la antigua enfermedad.

Así las cosas, es pertinente hacer un llamado al magisterio, como pueblo decirle a los maestros y a las maestras que hay que PARARSE DURO, siguiendo con la campaña que el movimiento social y popular hace con respecto a esta nueva convocatoria, el problema como ya se evidenció corresponde a la falta de conciencia de clase de las directivas de un sindicato (FECODE y muchos de los sindicatos regionales) que a partir de las prácticas burocratizadas han dejado de lado la movilización por negociaciones que no representan el sentir de quienes tienen el privilegio de representar.

Hoy y por presión de las bases FECODE convoca a paro de 24 horas para el próximo 1 de junio poniendo en una encrucijada al magisterio, por un lado la necesidad de movilización y de solidaridad con los sectores en crisis, de los cuales los maestros y maestras hacemos parte, y por otro la falta de credibilidad en los directivos sindicales quienes en los últimos años han sido indiferentes ante el clamor de sus bases.

Este nuevo llamado al magisterio como se decía anteriormente más por presión de las bases no resuelve la problemática que nos aqueja, hay que expresar que el paro de 24 horas fue convocado el pasado 17 de marzo desde la CUT aspecto que aprobó FECODE en junta de la central pero que fue cambiado a movilización de 4 horas en junta nacional propia, creemos que no convocar en este momento a la movilización constituiría otro error político, un golpe más a la ya tan socavada legitimidad de la federación, ahora bien aunque se convoque, 24 horas no representan incidencia ni significado en el momento en que el movimiento social busca exigir al Estado garantía de los derechos del pueblo, una vez más el ejecutivo de FECODE ha estado por debajo de las necesidades tanto de magisterio como de la sociedad en general.

Finalmente, reiteramos el llamado a todo el magisterio, #MaestrxPareseDuro en el aula y fuera de ella, el paro es el único camino que el pueblo tiene para transformar la realidad y construir una a la altura de nuestros sueños, desde la pedagogía critica en las aulas en el quehacer diario, desde la organización sindical con otro tipo de práctica que es urgente y en la calles como pueblo junto a él caminando hacia la construcción del país con vida digna necesario e indispensable para nuestra sociedad.

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