Caso Cauca: Dignidad que vale más que el sobresueldo

Por: Juan Carlos Mora & José Alejandro Camacho

“Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado” Nietzsche

Una vez más las directivas del actual ejecutivo FECODE muestran sus cortos argumentos y su postura anti dialógica frente al descontento general del magisterio colombiano derivado de sus pésimas acciones en negociaciones, entre ellas el levantamiento del paro indefinido del 7 de mayo del 2015.

Ello se evidencia en el actuar y argumentos esgrimidos por este ejecutivo frente a las consideraciones y acciones que docentes organizados han venido construyendo en pro de encaminar el sindicalismo hacia otra práctica que reivindique la dignidad del magisterio buscando recuperar la confianza de las bases hacia el sindicato y recobrar los principios básicos del sindicalismo.

Cuestión que consideramos importante resaltar este medio de comunicación magisterial, haciendo uso de análisis de los casos magisterio del Cauca y Arauca, pues es vital que los trabajadores y las trabajadoras de la educación estén mejor informados y posean más elementos de juicio para comprender en dónde están las apuestas políticas del actual ejecutivo de la FECODE.

La huelga realizada del 11 al 15 de abril por los educadores y las educadoras del Cauca afiliados a ASOINCA fue una noticia espectacular para el magisterio nacional.

Ellos, cansados como todo el magisterio nacional de quejas y quejas, cartas, tutelas y reclamos, donde las entidades y médicos prestadores del servicio remiten a los pacientes a los juzgados… en vez de remitirlos a los especialistas…. Cansados de eso, de jugar con la salud y por ende la vida de los maestros, maestras y sus familias, ASOINCA demuestra que solo la huelga, la organización y disciplina pueden hacer posible “reivindicar el derecho fundamental a la salud y tratar de destruir la intermediación del empresario que solo busca la ganancia a costa de la muerte…”. Por ello, consciente de que no se ha vuelto a realizar una huelga general desde hace años, se atrevió “a dar la pelea como práctica política que evidencia que es posible hacer cambios sustanciales para beneficio colectivo”. Así, el 90 % de sus afiliados se declararon en huelga, su pedagogía para la organización hizo de cada docente un elemento vital (movilizaciones, plantones y tomas), lo que permitió que la Secretaría de Educación del Cauca llamara la atención al MEN para atender y solucionar las exigencias de la huelga, consiguiendo en un tiempo récord la firma del acuerdo. 

Los logros alcanzados según el mismo ASOINCA son: 

Primero: Tener la posibilidad de “departamentalizar el servicio médico asistencial para los docentes en el Cauca… en contra de la monopolización que los mercaderes de la muerte han ejercido para obtener mayor ganancia, logro político que ataca en la práctica la intermediación burguesa y el neoliberalismo en el campo de la salud, no en discurso sino con hechos. 

Segundo: Obtener la posibilidad de administrar los recursos económicos bajo su dirección y control, ello en contra de la intermediación que sólo le interesa el lucro,… los excedentes permitirán mejorar la atención, ahí sí, en condiciones de dignidad, oportunidad, eficiencia y de calidad, bajo principios populares donde prime el bienestar colectivo. 

Tercero: Ganar confianza y credibilidad hacia la organización sindical, pues generalmente el patrón para desmovilizar la huelga firma acuerdos para posteriormente incumplirlos, no obstante, si incumple, la dirigencia de los 42 municipios definió el plan para volver a las calles y hacer cumplir lo acordado. 

Cuarto: Lograr conmocionar a distintos sectores y organizaciones que sufren el perverso modelo que se ha impuesto en Colombia, lo cual posibilita crear condiciones para hacer lo propio desde FECODE y a nivel del pueblo colombiano contra la ley 100 de 1.993 y demás medios que priorizan la ganancia y el lucro, contra los sectores populares”

Frente tal avance y ejemplo del magisterio caucano diversos sindicatos departamentales aplaudieron su proceso y forma de organización. No obstante, también circulo un documento y un audio de Over Dorado Cardona (Secretario de Relaciones Intergremiales y Cooperativas de la FECODE) por las redes sociales en el que enunciaban que: 

“admitir la exigencia de organizaciones que le apuestan al contrato sindical o a hacer de los sindicatos… empresas… Representa un atentado contra la estructura del régimen especial de seguridad social,… seria reemplazar la Fiduprevisora que es de carácter privado… para que intereses mercantiles se apoderen del servicio” 

Lo cual incentiva a “desconocer la génesis de la ley 91 de 1989 y pretender convertir la salud en negocio cambiando de intermediario” 

Explicaciones que dan cuenta de la ausencia de apoyo político, como de la poca audacia por parte del ejecutivo de la FECODE, pues sus consideraciones plantean que ASOINCA es un tipo de “sindicalismo empresarial”.

Cuestión problemática por las siguientes razones:

A. “La propuesta de ASOINCA no afecta en nada la ley 91 de 1989. Por el contrario da la posibilidad de que organizaciones autogestionarias y solidarias manejen los propios recursos del magisterio tal como lo hacen las cooperativas magisteriales a nivel nacional. 

B. Las empresas privadas de salud tienen ánimo de lucro y se quedan con buena parte de los recursos que deberían direccionarse exclusivamente para la prestación del servicio de salud. FECODE habla de luchar por un nuevo modelo de contratación, pues eso es lo que está proponiendo ASOINCA. Planteado un modelo sin intermediarios que vayan detrás de una tasa de ganancia y diciéndole al estado que las propias organizaciones sin ánimo de lucro administren sus mismos recursos que cotizan a salud”.

C. Finalmente el ejecutivo nacional deja ver que solo es posible que los super poderosos y burgueses del país tengan el derecho de contratar la salud, es decir, más ganancia y muerte del profesorado. Pero es casi un pecado que un sindicato que posee las condiciones económicas, técnicas y políticas autorregule o administre su salud, es decir, es indebido que el proletariado de la 

La directiva de ASOINCA es un sindicato que desde sus estatutos eliminó los sobresueldos para todos sus directivos, es decir, son dirigentes que reciben solo el salario como cualquier docente. No obstante, las directivas de la FECODE reciben cada uno un sobre sueldo que va desde 2,5 a 5 millones, multiplíquelo por 15 ejecutivos, luego por 12 meses ¿cuánto le da al año?

¿Quiénes son los empresarios del sindicalismo? “¿serán acaso personajes que nunca vuelven a pisar la escuela? ¿Cómo pretenden dirigir a un gremio que no conocen y con el cual no conviven?… En fin, los empresarios sindicales son los que han convertido su posición de dirigente como una forma de vida y se olvidaron de ser maestros. ASOINCA lo logró con el paro, AUDACIA y más AUDACIA. Como planteaba un viejo-nuevo dirigente político de masas cuando se daba cuenta que las viejas tácticas no funcionaban. Cuando se está en la zona de confort de los burócratas sindicales, ser audaz pone en riesgo los privilegios”. 

Finalmente, como sentenciaba hace más de un siglo José Martí “Si no luchas, ten al menos la decencia de respetar a quienes sí lo hacen” y siguiendo el adagio popular “quien le quede el saco que se lo ponga”. Es por eso que para muchos el sobresueldo vale más que la dignidad del magisterio.

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